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BOB DYLAN «Ballad of a thin man»

Ya sabe mucha gente que me conoce sobre mi devoción por Bob Dylan y por ello no pretendo con este post hacer un resumen de mi impresión sobre su trayectoria o persona, cualquier busqueda sobre su discografía y biografía seguro que ya cumple con esa función mejor de lo que podría hacerlo yo.

Hace unos días buceando por youtube ví un vídeo de una actuación de una de las canciones de Bob que más me han impresionado de su carrera. Es «Ballad of a thin man», quizá una de las canciones más misteriosas y oscuras de su carrera y una de las más trasportadoras a la reflexión y a la contemplación y escucha en silencio.

Dylan había sido un referente en sus primeros discos de la música folk americana de protesta social. Escribía sobre la desigualdad, el racismo, los salarios, la guerra, en muchos casos contextualizado en casos concretos de la vida americana que leía en los periódicos. Su disco «Highway 61 revisited», sexto en su trayectoria supuso una ruptura total con esas canciones y estilo que ya se venía presumiendo en su anterior «Bringing it all back home». Su sonido se electrifico, su actitud se expreso en rebeldía casi contra todo, bastante chulesca, algo diva, y sus textos cambiaron y empezaron a referirise a temas más personales, de relaciones con mujeres, de sueños, de viajes sobre carreteras desoladas, de la soledad en hoteles, de fiestas con excesos y drogas, de visiones. Esa decisión supuso que muchos le insultaran en los conciertos, es más que sólo acudieran a ellos para insultarle, le llamaron traidor, farsante y ¡judas! como se oyó antes de interpretar «Like a rollig stone» en un célebre concierto. Sin embargo, Dylan no hizo caso y siguió con su propuesta musical, casi a modo de provocación, hasta que unos meses largos más tarde calló todas esas voces y gritos en contra para ponerlas a su favor convirtiendose así en una leyenda todavía más grande de lo que ya era.

El mejor ejemplo de esta época es «Ballad of a thin man», como os decía una de las canciones que más disfruto de Dylan. Su misterio, su cadencia a paso lento, su instrumentación me parece inmejorable. Respecto a su letra confusa, como el reflejo de un sueño o el leve recuerdo de la noche anterior tras una resaca, me parece muy irónica, fantástica. Y lo mejor… su interpretación, porque Dylan nunca ha tenido buena voz, nunca ha sido un buen cantante, pero sí, desde un punto de vista emotivo, unos de los más grandes intérpretes del siglo pasado.

Aquí os dejo con el vídeo que ha inspirado este post, y espero lo disfruteis… En esta interpretación acompañaban a Dylan Mickey Jones a la batería, Robbie Robertson a la guitarra, Rick Danko al bajo y Garth Hudson a los teclados. Estos tres últimos, formarían años más tarde la famosa «The band», tomando este nombre quizá por haber sido durante años «la banda» de Dylan.

«Caminas por la habitación
con tu lápiz en la mano,
ves a alguien desnudo
y tú, tú dices, “¿Quién es ese hombre?”
Intentas entenderlo
pero no lo consigues;
esto es precisamente lo que dirás
cuando llegues a casa.

Porque algo está ocurriendo aquí,
pero no sabes lo que es, no es así, Mr. Jones?

Levantas la cabeza
y preguntas, “Está eso dónde está?”
y alguien te señala
y dice, “Es suyo”
y tú dices, “¿Qué es mío?”
y algún otro dice, “¿Dónde está el qué?”
y tú dices, “Oh, Dios mío,
¿estoy aquí totalmente solo?”

Pero algo está ocurriendo,
y no sabes lo que es, no es así, Mr. Jones?…

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